En un giro inesperado dentro del juicio por monopolio contra Google, el jefe de producto de ChatGPT en OpenAI ha revelado que la compañía estaría interesada en adquirir el navegador Chrome si el gigante de las búsquedas se ve obligado a venderlo. La declaración se produjo durante una sesión judicial clave esta semana, en la que el Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ) propuso la desvinculación de Chrome como solución al dominio de Google en las búsquedas online.
La noticia, revelada por varios medios de comunicación, abre un escenario sorprendente: que el navegador más popular del mundo —con más del 60 % de cuota de mercado— pase a formar parte del ecosistema de una empresa especializada en inteligencia artificial como OpenAI.
El contexto legal: Estados Unidos vs Google
El caso «EE.UU. contra Google», liderado por el Departamento de Justicia, acusa a la compañía de mantener un monopolio ilegal en el mercado de las búsquedas a través de contratos exclusivos con fabricantes y navegadores. El juez Amit Mehta ya dictaminó que Google ha ejercido un control excesivo y poco competitivo.
Como parte de las posibles sanciones, el DOJ propuso que Google se vea obligada a vender Chrome, su navegador estrella, para limitar su dominio sobre el acceso a internet y a los motores de búsqueda.
¿Por qué OpenAI estaría interesada en Chrome?
Durante la audiencia, Nick Turley, jefe de producto de ChatGPT, explicó que OpenAI ha tenido “problemas de calidad significativos” con su actual proveedor de búsqueda —una clara referencia a Microsoft Bing, aunque no lo nombró directamente—. Turley testificó que OpenAI contactó a Google en 2023 para intentar una colaboración que permitiera a ChatGPT usar la tecnología de búsqueda de Google, en lugar de Bing. Google, sin embargo, declinó la oferta. En un correo electrónico mostrado en el juicio, OpenAI afirmaba:
“Creemos que contar con múltiples socios, y en particular con la API de Google, nos permitiría ofrecer un mejor producto a los usuarios”.
Ante la negativa de colaboración, la empresa de Sam Altman ha intensificado sus esfuerzos para desarrollar su propio motor de búsqueda. No obstante, Turley reconoció que su objetivo original —lograr que ChatGPT use su propio índice de búsqueda para el 80 % de las consultas en 2025— es demasiado ambicioso y que el desarrollo tardará “años”.
Por ello, adquirir un navegador como Chrome podría ser un atajo estratégico para mejorar la calidad y velocidad de búsqueda de ChatGPT, además de ofrecer una alternativa real a Google Search.
¿Qué implicaría que OpenAI comprase Chrome?
La posibilidad de que OpenAI adquiera Chrome plantea varios escenarios interesantes:
- Navegador con IA integrada: Imagina un Chrome con ChatGPT nativo, ofreciendo resúmenes automáticos de páginas web, búsquedas conversacionales, traducciones contextuales, explicaciones de conceptos y más. Sería el primer navegador con un asistente de IA integrado a nivel profundo.
- Competencia real para Google Search: Controlar el navegador más usado del planeta permitiría a OpenAI desviar parte del tráfico desde Google Search hacia su propio motor de búsqueda, debilitando aún más el monopolio de la empresa de Mountain View.
- Cambios en la publicidad digital: Chrome es clave para los ingresos publicitarios de Google. Si OpenAI se hiciera con él, surgirían nuevos modelos de monetización centrados en la IA, como búsquedas sin anuncios, resúmenes inteligentes o contenidos premium generados por GPT.
Aunque durante meses OpenAI intentó colaborar con Google para mejorar la experiencia de ChatGPT, la empresa del buscador decidió mantener su tecnología de búsqueda en casa, posiblemente por motivos estratégicos. Este rechazo ha empujado a OpenAI a buscar alternativas.
Turley fue claro: “Actualmente no tenemos ninguna alianza con Google”. Lo cual, según muchos analistas, allana el camino para una postura más agresiva por parte de OpenAI en el desarrollo de herramientas propias.
La idea de que OpenAI compre Chrome puede sonar a ciencia ficción, pero en un entorno judicial donde Google podría verse obligado a dividirse, no es tan descabellada. Con su dominio en inteligencia artificial y el respaldo de Microsoft, OpenAI podría convertir el navegador más usado del mundo en una puerta de entrada a la web del futuro, impulsada por IA.
El juicio contra Google sigue su curso, y cualquier decisión al respecto marcará el futuro de internet, la publicidad digital y la forma en que accedemos a la información.